Es nuestra primera visita fuera
de Tokyo y la primera vez que usamos el Japan Rail Pass. Madrugamos para coger
el JR desde Shinjuku con destino Kita-Kamakura. Durante el camino además de los
turistas que vienen a Kamaura se puede ver a unos cuantos japoneses que van a
la playa que hay en la misma ciudad.
Una vez llegados a la estación ya
se percibe un ambiente completamente distinto al vivido en la gran ciudad, hay únicamente
dos andenes, uno para cada sentido de la línea, y para cruzar y salir de la
estación tienes que cruzar las vías.
Comenzamos la visita yendo al
tempo Engaku-ji, hay que pagar para entrar. Se trata de una especie de recinto
con varios templos en su interior además de esculturas y mausoleos, todo ello
en medio del bosque. El Engaku-ji fue uno de los templos más importantes de la
época de la cultura Zen.
Una vez lo hemos visitado seguimos nuestro camino y pasamos por delante del Tökei-ji y de Jöchi-ji, dos templos budistas. No llegamos a entrar ya que ambos eran de pago y hay que ser un poco selectivos pero pudimos verlos desde fuera.
El siguiente punto de nuestra
visita, y el principal por el que habíamos ido, es el comienzo de la Ruta del
Daibutsu. Se trata de una ruta por la montaña de 3,5 km y que termina en el
gran buda Daibutsu. Durante esta ruta se pasa por templos y santuarios como Kuzuaragaoka-jinja,
Genjiyama-köen, Zeniarai-benten y Sasuke-inari jinja.
Por el camino se pueden ir
disfrutando de grandes vistas, del sonido de los pájaros cantores en incluso
del "fresquito" que te proporcionan los arboles. Además resulta
curioso cuando te cruzas con algún japonés por el camino que siempre saludan
muy educadamente, sonríen y agachan la cabeza.
Tras un buen rato de camino llegamos al gran buda. No hace falta hacer la ruta para ir hasta allí, se puede perfectamente llegar en autobús pero recomiendo que si se tiene tiempo se haga, merece mucho la pena.
Tras un buen rato de camino llegamos al gran buda. No hace falta hacer la ruta para ir hasta allí, se puede perfectamente llegar en autobús pero recomiendo que si se tiene tiempo se haga, merece mucho la pena.
Según salimos del Daibutsu fuimos
al Hase-Dera, un recinto Zen como un lago, varios templos e incluso una cueva.
Desde el final de este recinto se pudimos tomar una panorámica de toda la cosa
de Kamakura.
Como ya era la hora de comer cogimos un autobús hasta la estación de Kamakura y buscamos allí un sitio. Tengo que decir que el restaurante donde entramos fue uno de los mejores sitios en los que hemos comido y de los que más me han gustado. Tenían compartimentos de 4 personas con mesas separados para que nadie te molestase, y habitaciones para más gente. Las camareras eran muy simpáticas y la mesa tenía un timbre para llamarlas cuando quisieses algo, si no le dabas no venían ni te molestaban. Pedimos Yakisoba y pescado (yo no arriesgo mucho), resultó bastante económico y todo estaba muy bueno.
Reposamos la comida y dimos una vuelta por la zona, hay tiendas y varios templos que se pueden ver desde fuera. Finalmente nos dirigimos hacia el Tsurugaoka Hachiman-gü, un santuario sintoísta situado al final de la principal avenida de Kamakura.
Terminamos la visita y nos dirigimos de nuevo a la estación de Kita-Kamakura para volver al hotel, cambiarnos e ir a cenar al Gonpachi, el restaurante en el que se inspiro Tarantino para hacer la película de Kill Bill. La curiosidad del restaurante es que es tipo raciones pero a la japonesa, el metre nos explico que la idea es compartir como en España nos dijo.
Cenamos y ya volvimos a descansar al hotel esperando un nuevo día.
Gracias por leerme y nos vemos pronto!!!
Como ya era la hora de comer cogimos un autobús hasta la estación de Kamakura y buscamos allí un sitio. Tengo que decir que el restaurante donde entramos fue uno de los mejores sitios en los que hemos comido y de los que más me han gustado. Tenían compartimentos de 4 personas con mesas separados para que nadie te molestase, y habitaciones para más gente. Las camareras eran muy simpáticas y la mesa tenía un timbre para llamarlas cuando quisieses algo, si no le dabas no venían ni te molestaban. Pedimos Yakisoba y pescado (yo no arriesgo mucho), resultó bastante económico y todo estaba muy bueno.
Reposamos la comida y dimos una vuelta por la zona, hay tiendas y varios templos que se pueden ver desde fuera. Finalmente nos dirigimos hacia el Tsurugaoka Hachiman-gü, un santuario sintoísta situado al final de la principal avenida de Kamakura.
Terminamos la visita y nos dirigimos de nuevo a la estación de Kita-Kamakura para volver al hotel, cambiarnos e ir a cenar al Gonpachi, el restaurante en el que se inspiro Tarantino para hacer la película de Kill Bill. La curiosidad del restaurante es que es tipo raciones pero a la japonesa, el metre nos explico que la idea es compartir como en España nos dijo.
Cenamos y ya volvimos a descansar al hotel esperando un nuevo día.
Gracias por leerme y nos vemos pronto!!!