Día 1: Visitando Shinjuku

Tras el vuelo y el Narita Express llegamos a Shinjuku sobre las 13:30. 

La estación de Shinjuku es la estación del mundo con mas transito diario, con lo que resulta facil perderse. Salimos por una de las salidas estes y aparecimos en frente de una de las tiendas mas famosas de fotografia "Big Camera", desde ahi con mapa en mano nos dirigimos hacia el hotel. Al llegar alli dejamos las maletas, comimos, nos echamos una pequeña siesta y empezamos nuestra primera visita: el barrio de Shinjuku.

Comenzamos desandando lo recorrido y empezamos por el Hanazono-jinja, un santuario shintoista. En Japón la mayoría de la gente practica el shintoismo o el budismo. Se puede diferenciar un santuario shintoista de uno budista por su entrada, los primeros tienen un Torii.

Nada mas entrar puedes ver el santuario al fondo y un pequeño altar al dios Inari. Me sorprendio como la gente se acerca a rezar, hacen una reverencia, tocan una cuerda que da el sonido de un cascabel, dos palmadas y rezan en silencio, al terminal reverencia de nuevo.

Una vez salimos del templo por su salida oeste fuimos a parar al Distrito Rojo de Tokyo (Kabuchiko). Esta lleno de clubes y "love hotels". En este caso no ves a las mujeres, sino que un japonés a la puerta de los locales te muestra una revista, eliges y pasas al local.

Seguimos andando hacia la zona oeste y fuimos hasta el Metropolitan Goverment Building (Tocho), son dos pares de torres gemelas desde las que puedes ver Tokyo. Subimos hasta la planta 45 y admiramos una vista de Tokyo por la noche, la verdad es que la vista es muy buena pero se apreciaría mucho mas por la mañana.

Decidimos volver hacia el hotel, no sin antes tomar nuestra primera cena japonesa. Paramos en un bar de yakitoris y pedimos un mix para probar uno de cada. He de decir que me gustaron el de pollo y cerdo, sin embargo habia uno de piel de pollo y otro de higado que no fueron mucho de mi agrado :).

A la vuelta confirmamos algo que se suele ver en loa dibujos japoneses pero que no sabes hasta que punto es cierto y es como se emborrachan los nipones al salir del trabajo. Hay de todo, desde gente haciendo eses, pasando por algunos que se tropiezan en escalones hasta otroa apoyados en piedras apunto de dormir, eso si todos uniformados con traje, camisa blanca y cartera.

Ya de vuelta en el hotel a descansar para un nuevo día que termina hoy con este post, espero escribirlo cuanto antes.

Gracias por leerme y nos vemos pronto!!!!